Homologación y certificaciones
Élite Seguridad es una empresa instaladora de líneas de vida homologadas que trabaja en todo el territorio nacional, estamos especializados en el montaje y la certificación de líneas de vida.
Élite Seguridad es una empresa instaladora de líneas de vida homologadas que trabaja en todo el territorio nacional, estamos especializados en el montaje y la certificación de líneas de vida.
Son los propios fabricantes de los componentes de la línea de vida los que forman y homologan a los instaladores, de este modo se garantiza que los componentes se instalen con las especificaciones propias de los fabricantes y que cumplan fielmente la función que se les otorga.
Vamos a explicarte cómo
percibimos nuestro trabajo
y cómo creemos que se debe
hacer en general
La certificación es una verificación de que los dispositivos de anclaje instalados han sido fabricados conforme a la normativa, soportan la carga mínima exigida por la legislación, 12 KN para un trabajador por anclaje, y se han instalado de acuerdo con las especificaciones del fabricante. Para que el sistema cumpla con el propósito para el que se instaló es imprescindible que se proceda periódicamente a la revisión de la línea de vida.
Porque somos una empresa homologada para la revisión y el montaje de líneas de vida con más de veinte años de experiencia en el sector de la seguridad en altura y solo trabajamos con materiales certificados que garantizan el cumplimiento de la normativa de líneas de vida y que garantizan la seguridad de los trabajadores.
El principal objetivo de la instalación de una línea de vida es asegurar que tanto los trabajos que se realizan en altura como los trabajos verticales que requieren técnicas de acceso y de posicionamiento mediante cuerdas, se ejecutan con el mínimo riesgo para el trabajador.
Dentro de los accidentes laborales de mayor gravedad se encuentran las caídas de altura, entendiéndose por ello las que se producen por caídas de más de 2 metros del nivel de referencia. Un ejemplo sería cualquier trabajo por encima del suelo (escaleras, tejados, cisternas, ) pero también incluye los trabajos en agujeros, pozos, alcantarillas.
Vamos a explicarte cómo
percibimos nuestro trabajo
y cómo creemos que se debe
hacer en general
El riesgo de caída es inherente a la propia actividad de trabajar en altura. Cuando se evalúan los riesgos de una zona de trabajo con el fin de eliminarlos o minimizarlos, siempre deben primar las medidas de prevención colectivas frente a las individuales, por tanto el sistema de elección debe ser la instalación de barandillas, mallas, pasarelas, andamios, etc que aseguren la zona de trabajo. Sin embargo, hay veces que ante la imposibilidad de instalar este tipo de medidas hay que recurrir a equipos de protección individual como son las líneas de vida o sistemas anticaídas.
A partir del Real Decreto 2177/2004, que aborda específicamente las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo en materia de trabajos temporales en altura, la implicación de las administraciones públicas para reducir el riesgo de los trabajos en altura ha ido aumentando, con incorporación de normativa más específica y campañas de divulgación e información.
Este empuje unido al desarrollo de una cultura más encaminada a la prevención de riesgos laborales ha conseguido que cada vez sean más los sectores, fuera del ámbito de la construcción, que abordan la instalación de una línea de vida para garantizar que se ejecutan con seguridad trabajos de mantenimiento o limpieza. Por ejemplo en el ámbito de las edificaciones públicas o privadas, la instalación de sistemas anticaídas no se suele contemplar en el diseño y construcción, y debe ser el propietario el que con posterioridad debe hacerse cargo del montaje y mantenimiento de las líneas de vida, al ser el responsable legal de la protección de los trabajadores que realicen el mantenimiento del edificio.
El concepto de seguridad integral engloba una visión en la que se tienen en cuenta todos los aspectos legales, económicos, técnicos y humanos en referencia a la seguridad y salud en el trabajo.
En los accidentes laborales intervienen dos factores fundamentales: el factor técnico y el factor humano. El primero hace referencia a las condiciones materiales de los equipos, los factores ambientales y los defectos de los dispositivos de seguridad y de las instalaciones, mientras que el segundo se refiere a aquellas acciones u omisiones del trabajador que causan, propician o explican situaciones de riesgo.
El responsable de velar por la seguridad y salud de los trabajadores es la empresa y a ésta le corresponde poner en marcha todas las medidas necesarias para que en caso de que no se puedan efectuar trabajos temporales en altura de manera segura y en condiciones ergonómicas aceptables desde una superficie adecuada, se establezcan los equipos de trabajo más apropiados para garantizar y mantener unas condiciones de trabajo seguras. Y en caso necesario, deberá prever la instalación de unos dispositivos de protección contra caídas. Dichos dispositivos deberán tener una configuración y una resistencia adecuadas para prevenir o detener las caídas de altura y, en la medida de lo posible, evitar las lesiones de los trabajadores.
Uno de los principales obstáculos que surge en materia de prevención en los trabajos de altura es salvar las posibles reticencias que los trabajadores tienen ante determinadas medidas de seguridad, que consideran un impedimento a la hora de ejecutar su trabajo con comodidad. Afortunadamente la situación ha ido cambiando en los últimos años y se va tomando conciencia de la importancia de mantener en todo momento las medidas de prevención adecuadas. En este sentido la instalación de líneas de vida ha supuesto un gran avance para el desplazamiento de los operarios en superficies elevadas, como tejados o cubiertas, añadiendo seguridad y comodidad al desempeño de los trabajos en altura.
En Élite Seguridad somos especialistas en el montaje y la instalación de líneas de vida. Nos desplazamos por todo el territorio nacional donde se precise de nuestros servicios.
Contamos con personal especializado en trabajos en altura, con una dilatada experiencia como instaladores de líneas de vida, tanto horizontales como verticales. Nuestros clientes repartidos por toda España avalan nuestras instalaciones, para conocer una muestra de nuestros trabajos visita nuestra sección de clientes https://eliteseguridad.com/clientes
Élite Seguridad, líneas de vida cuándo y dónde las necesites
Cuando los trabajos temporales en altura no pueden realizarse de forma ergonómica desde una superficie adecuada y cumpliendo todos los requisitos de seguridad, la legislación establece que se deben escoger los equipos de trabajo más adecuados para garantizar y mantener unas condiciones de trabajo segura, que se adapten a la naturaleza del trabajo, las condiciones previsibles y que permitan una circulación sin peligro. La elección debe estar basada en la frecuencia de utilización, la altura del trabajo y la duración del mismo. Además dichos equipos y sus diferentes elementos deberán estar estabilizados por fijación o por otros medios.
Es en este contexto de seguridad en altura y de riesgo de caída en altura donde las líneas de vida y los sistemas de detención de caídas marcan la diferencia. Al producirse una caída se ponen en marcha los sistemas de seguridad y se produce un despliegue que se traduce en una elongación del sistema anticaídas. Al planificar el trabajo en altura hay que tener en cuenta dos factores, prever la distancia de caída y determinar el factor de caída.
La distancia de caída es la altura mínima que debe tener el sistema para no llegar al suelo en caso de accidente y el factor de caída se establece dividiendo la altura de la caída con la longitud del sistema. Básicamente hay tres factores de caída 0, 1, y 2 en función de la situación del anclaje (por encima de la cabeza, a la altura dorsal o a nivel de los pies) , a mayor factor mayor gravedad en la caída. En casos de riesgos de caídas de factor 2 solo se pueden utilizar equipos de conexión con disipadores de energía.
Una línea de vida es un dispositivo de anclaje, que junto con el arnés anticaídas y el subsistema de conexión entre ambos, forma parte del sistema de protección individual anticaídas. Para garantizar la adecuada prevención de caídas de altura, cada uno de estos elementos y sus componentes deben estar diseñados, fabricados e instalados atendiendo a su máxima compatibilidad.
El arnés anticaídas tiene la misión de retener el cuerpo que cae y mantenerlo en una posición correcta una vez que se para tras la caída. El sistema de subconexión se ocupa de que el cuerpo recorra la menor distancia y la fuerza de frenado no produzca lesiones corporales. Y la línea de vida fija todo el sistema permitiendo al trabajador desplazarse por todo el recorrido del dispositivo de anclaje estando siempre conectado.
En las instalaciones o edificaciones que precisen trabajos de reparación y/o mantenimiento y el desnivel, abertura o hueco supongan un riesgo de caída superior a los 2 metros es muy recomendable instalar una línea de vida:
Tal y como hemos explicado anteriormente lo que se conoce como la línea de vida es un componente del sistema de protección individual anticaídas. Si se trata de una línea de vida horizontal se considera un dispositivo de anclaje y si es una línea de vida vertical, es un subsistema de conexión, cuya misión es unir el dispositivo de anclaje con el arnés o cinturón.
Existen distintos métodos de clasificación de las líneas de vida, atendiendo a su posición y a su estructura o funcionalidad.
La línea de vida horizontal puede ser de cable de acero o fibra sintética, situada entre dos anclajes de extremidad fijados a su vez mediante anclajes estructurales. En caso de caída el cable se estira, de ahí su denominación de línea de vida flexible.
También encontramos líneas de vida de rail, de acero o de aluminio, por la que se desliza un carro. En caso de caída la línea es rígida y se produce un bloqueo inmediato y brusco, por ello necesitan incorporar sistemas de absorción de energía tanto en el dispositivo como en el equipo de protección individual del trabajador.
En aquellas instalaciones donde se van a realizar trabajos con posibilidad de caídas y no se puede minimizar el riesgo con otras medidas de protección colectiva, lo más recomendable es instalar una línea de vida que permanezca en la estructura y a la que se ancle el trabajador cuando tiene que realizar trabajos en altura. Es lo que se conoce como líneas de vida fijas o permanentes.
Las líneas de vida más habituales en montajes industriales son las líneas de vida temporales o provisionales que son retiradas una vez terminados los trabajos para ser utilizadas en otra instalación.
Son dispositivos de anclaje provisionales y transportables, que deben garantizar que se pueda conectar un EPI contra caídas mediante un conector adecuado que no se pueda desconectar involuntariamente y ser capaces de resistir una fuerza superior a 10N en la dirección en que se produzca la caída.
Élite Seguridad, para cada riesgo, la línea de vida más adecuada
Un dispositivo anticaídas retráctil es un equipo provisto de una función de bloqueo automático y un mecanismo automático de tensión y de retroceso para el elemento de amarre retráctil. Este amarre retráctil puede ser un cable metálico, una banda o una cuerda de fibras sintéticas. El dispositivo anticaídas retráctil puede llevar incorporado un elemento de absorción de energía, bien en el propio dispositivo anticaídas o en el elemento de amarre retráctil.
La línea de vida vertical es el sistema de amarre de este dispositivo, entran dentro de la categoría de subsistema de conexión y por tanto son consideradas EPI y precisan marcado CE.
Las líneas de vida verticales se instalan en escaleras o en otros sistemas de acceso vertical a una estructura.
La línea de anclaje rígida puede estar constituida por un riel o por un cable metálico y está prevista para ser fijada a una estructura de forma que sus movimientos laterales estén limitados. Si la línea de anclaje rígida está formada por un cable, debe estar firmemente asegurada y tensa sobre una estructura.
La línea de anclaje flexible puede estar constituida por una cuerda de fibras sintéticas o por un cable metálico. En su caso, el extremo superior de la línea de anclaje está provisto de una terminación adecuada (por ejemplo, una gaza ingerida o anudada en el caso de cuerdas o un casquillo embutido en el caso de cables) para que dicha línea pueda ser fijada a un dispositivo de anclaje situado en la estructura soporte. El extremo inferior de la línea de anclaje flexible puede llevar un lastre para mantener tensa la línea.
En la instalación de líneas de vida es imprescindible realizar un estudio previo de las condiciones de la superficie sobre la que se va a trabajar y una correcta elección de los materiales para que la línea de vida se adapte a las condiciones de trabajo de los operarios.
En la instalación de la línea de vida podemos establecer diferentes pasos:
La instalación de una línea de vida debe realizarse con operarios especializados, que han recibido la formación y homologación de los fabricantes de los componentes que se van a instalar, de tal modo que la instalación se adapte a las especificaciones del fabricante. Es la única forma de asegurar que la línea de vida cumplirá fielmente con su función preventiva.
En el montaje de una línea de vida hay diferentes aspectos a tener en cuenta:
Para eliminar o reducir los riesgos profesionales hay cuatro métodos fundamentales:
Mediante el equipo de protección individual contra caídas en altura (sistema anticaídas) garantizamos que la distancia de la caída sea mínima, que la fuerza de frenada no provoque lesiones y que la posición en la que queda el trabajador hasta que llega la ayuda sea adecuada.
La línea de vida es el elemento de anclaje de todo el sistema que contará además con un arnés anticaídas, un dispositivo anticaídas (deslizante o retráctil) y un elemento de absorción de energía para los dispositivos deslizantes.
La instalación de una línea de vida en cubiertas puede utilizarse para prevenir las caídas limitando el acceso del trabajador a zonas de riesgo. El operario se podrá desplazar por el borde sin desprenderse en ningún momento del sistema, a la vez que realiza su trabajo con comodidad.
Este modo de restricción de acceso es preferible a los sistemas de detención de caídas y en muchas ocasiones es el único que puede instalarse porque hay cubiertas que no soportan la tensión que genera una caída.
En los casos en los que el trabajador necesita acceder a toda la cubierta y el sistema de limitación no se lo permite, se puede utilizar un sistema de detención de caídas, que protegerá al trabajador de los daños de una caída y le permitirá el acceso a zonas de riesgo.
Un elemento fundamental del sistema de detención es el dispositivo de prensión del cuerpo o arnés que se encargará de sujetar el cuerpo durante y después de la caída. Para realizar esta función existen diferentes tipos de arneses:
Arnés anticaídas
Formado por bandas textiles ubicadas en la zona pélvica y los hombros, regulados por la norma EN 361 y que forma parte del sistema anticaídas.
Arnés de asiento
La norma EN 813 lo define como un “conjunto de bandas, herrajes, hebillas u otros elementos que, formando un cinturón con un punto de enganche bajo, unido a sendos soportes que rodean cada pierna, permite sostener el cuerpo de una persona consciente en posición sentada”.
Cinturón de sujeción y retención
La norma EN 358 lo define como “dispositivo de prensión del cuerpo que rodea el cuerpo por la cintura”. Están diseñados para posicionarse y lo habitual es que se integren en un arnés anticaídas.
En los últimos años se ha incrementado notablemente la instalación de plazas fotovoltaicas por el ahorro energético que suponen, cercano al 60% y el corto plazo de amortización de la instalación. Al ser instalaciones exteriores están sujetas a las condiciones climáticas, lo que repercute en su funcionamiento precisando de labores periódicas de mantenimiento.
Los trabajos de instalación y de mantenimiento se realizan a gran altura y existe un riesgo real de caídas. Para asegurar que quienes lo realizan se mueven en un entorno seguro, la instalación de un sistema anticaídas mediante líneas de vida es una garantía de seguridad.
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Minimiza el riesgo, no te la juegues
En las explotaciones agrícolas y ganaderas suele ser necesario hacer actuaciones en las cubiertas, para trabajos de reparación y mantenimiento.
La instalación de una línea de vida minimiza el riesgo de caídas y la responsabilidad del propietario de la explotación.
Las caídas en altura en cubiertas e instalaciones de las naves industriales donde las labores de mantenimiento e instalación de equipos son habituales y normalmente requieren de la presencia de varios trabajadores a la vez son uno de los peligros más graves a prevenir.
Las líneas de vida horizontales o verticales permiten el acceso seguro a la vez que facilitan el desarrollo de los trabajos en zonas de riesgo para el trabajador.
En aquellas zonas de la obra donde no es posible establecer elementos de seguridad colectivos es obligatorio instalar líneas de vida.
Las más habituales en construcción son las verticales que protegen al trabajador en movimientos de arriba hacia abajo y al contrario, y normalmente no son permanentes lo que permite su desmontaje cuando se termina la obra para emplearlas en otra construcción.
Tanto para el mantenimiento de la propia cubierta como para realizar labores de limpieza el riesgo de caída en altura en los edificios públicos es considerable, y se agrava en el caso de edificios históricos donde los materiales sufren el desgaste del tiempo y de las comunidades de aves que suelen anidar en ellos.
Para minimizar estos riesgos la instalación de sistemas anticaídas es la mejor solución ya que por cuestiones estéticas en muchos casos no resulta adecuado la instalación de barandillas u otros elementos de contención.
Tanto si la comunidad tiene trabajadores contratados como si son externos, la ley no exime a la comunidad del cumplimiento de las medidas de prevención de riesgos laborales, estando obligadas a comunicar los riesgos y las medidas preventivas que se dan en el edificio.
Cuando la comunidad realiza cualquier obra, actúa como promotora y debe cumplir con los requisitos de prevención asociados al proyecto. En caso de no tener las adecuadas medidas preventivas, las empresas externas pueden negarse a realizar los trabajos o en el peor de los casos puede producirse un accidente del que será responsable legal la propia comunidad. La instalación de una línea de vida en comunidades permite que las tareas de reforma y mantenimiento en zonas con riesgo de caídas se desempeñen con seguridad.
Desde Élite Seguridad te recomendamos que el mantenimiento, revisiones y certificaciones los realicen técnicos homologados por los fabricantes de la línea de vida que tengas instalada y con la periodicidad indicada, con independencia de lo que obliga la normativa. En materia de prevención de accidentes laborales es preferible ir un paso por delante.
Con respecto a la caducidad de los elementos hay que tener en cuenta las especificaciones del fabricante, pero como norma general los textiles caducan a los cinco años de su primera utilización, aunque es recomendable que no hayan pasado más de diez años desde su fabricación y en cuanto a los elementos metálicos si no se han deteriorado por caídas o mala manipulación tienen larga vida útil.
En cualquier caso será en las revisiones anuales en las que la línea de vida se compruebe adecuadamente y en caso necesario se proceda a renovar alguno de sus componentes.
La certificación de una línea de vida tiene un doble componente:
El informe de que el instalador está autorizado por la empresa fabricante, y la instalación se ha hecho de acuerdo con las instrucciones de la empresa.
El fabricante garantiza cada uno de sus componentes y certifica que cumplen con la normativa aplicable para cada uno de ellos.
Las líneas de vida temporales deben revisarse antes de cada utilización y al igual que las líneas de vida permanentes al menos una vez al año por técnicos homologados. En las revisiones anuales se debe emitir un informe por escrito.
Desde Elite Seguridad vamos a tratar de responder a continuación a las preguntas más frecuentes sobre sistemas anticaídas y líneas de vida.
Para la instalación de una línea de vida vertical u horizontal que va a ser permanente es necesario contar con conocimientos técnicos específicos para el montaje, por lo que recomendamos que se recurra a un instalador formado y acreditado por el fabricante de esa línea de vida.
Siempre que exista un riesgo de caída en altura superior a 2 metros y no se puedan establecer otros sistemas de prevención de carácter colectivo (barandillas, pasarelas, etc) es obligatorio utilizar equipos de protección individual contra caídas, líneas de vida.
La elección de uno u otro sistema dependerá fundamentalmente de la necesidad de que los operarios accedan a zonas con peligro de caídas, si no es necesario siempre es preferible instalar un sistema de retención o limitación que impida el acceso a zonas de riesgo.
Trabajos en altura son aquellos que se ejecutan por encima del nivel de referencia, entendiendo como tal la superficie sobre la que puede caer un trabajador y ocasionarle daños personales.
Es el elemento encargado de detener la caída cuando se produce, forma parte del subsistema de conexión entre el arnés anticaídas y el dispositivo de anclaje.
Es un sistema de protección anticaídas, donde el arnés realiza la función de prensión o sujeción del cuerpo, y se conecta mediante un dispositivo anticaídas o un absorbedor de energía al sistema de anclaje.
El dispositivo de anclaje es el componente o conjunto de componentes al que se incorporan los puntos de anclaje y que se fija a la estructura.
Un punto de anclaje es el elemento al que se conecta el equipo de protección individual una vez que se instala el dispositivo de anclaje. En la línea de vida horizontal el punto de anclaje es el propio cable.
Por normativa el dispositivo de anclaje debe poder soportar una fuerza superior a 10 kN en la dirección en la que se aplicará la fuerza en caso de caída.
Cuando trabajamos lejos del punto de anclaje, la posible caída no se desarrollará de manera vertical sino que tendrá una trayectoria circular, describiendo un péndulo donde el punto de giro será el anclaje al que nos encontramos amarrados. En caso de caída, el riesgo de golpe contra un objeto por este efecto puede causar lesiones muy graves, para evitarlo se recomienda trabajar en un lugar directamente situado por debajo del punto de anclaje y vigilar los posibles obstáculos que se encuentren en nuestra trayectoria de caída y no en nuestra vertical.
Los requisitos técnicos de los dispositivos de anclaje y las líneas de vida horizontales vienen recogidos en las normas EN 795 y en las normas EN 353 los requisitos de las líneas de vida verticales.
Cualquiera que esté a más de 2 metros de altura puede suponer un riesgo de caída, pero sin duda, las cubiertas de edificios e instalaciones en las que los materiales sean más frágiles (claraboyas, uralitas, etc) y que puedan quebrarse al caminar por su superficie conllevan un riesgo añadido.
La NTP 774 distingue en modo general dos tipos : los deslizantes sobre línea de anclaje flexible o rígida y los retráctiles con una función de bloqueo automático y un mecanismo automático de tensión y retroceso sobre el elemento de amarre.
Efectivamente es obligatorio, primero porque el camión cisterna se considera en la normativa un equipo de trabajo y segundo, y más importante, porque hay un riesgo de caídas graves en los procesos de carga y descarga al encontrarse el trabajador a una altura superior a 3,5 metros.
■ UNE-EN 353-1-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Parte 1: Dispositivos anticaídas deslizantes sobre línea de anclaje rígida.
■ UNE-EN 353-2-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Parte 2: Dispositivos anticaídas deslizantes sobre línea de anclaje flexible.
■ UNE-EN 354-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Elementos de amarre.
■ UNE-EN 355-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Absorbedores de energía.
■ UNE-EN 358-2000. Equipos de protección individual para sujeción en posición de trabajo y prevención de caídas de altura. Cinturones para sujeción y retención y componentes de amarre de sujeción.
■ UNE-EN 360-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Dispositivos anticaídas retráctiles.
■ UNE-EN 361-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Arneses anticaídas.
■ UNE-EN 362-1993. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Conectores.
■ UNE-EN 363-2002. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Sistemas anticaídas.
■ UNE-EN 365-1993. Equipos de protección individual contra caídas de altura. Requisitos generales para instrucciones de uso y marcado.
■ UNE-EN 564- 1997. Equipos de alpinismo y escalada. Cuerda auxiliar. Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
■ UNE-EN 567-1997. Equipos de alpinismo y escalada. Bloqueadores. Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
■ UNE-EN 795-1997. Protección contra caídas de altura. Dispositivos de anclaje. Requisitos y ensayos.
■ UNE-EN 795-A-1-2001. (1ª revisión de la anterior). Protección contra caídas de altura. Dispositivos de anclaje. Requisitos y ensayos.
■ UNE-EN-892-1997. Equipos de montañismo. Cuerdas dinámicas. Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
■ UNE-EN 1891-1999. Equipos de protección individual para la prevención de caídas desde una altura. Cuerdas trenzadas con funda, semiestáticas.
El principal objetivo de una línea de vida es que sea eficaz para detener la caída del usuario sin generar lesiones. Para que la instalación sea adecuada se requieren una serie de cálculos que realizará el instalador y sobre los que debe informar al propietario de la línea de vida, entre ellos se encuentran principalmente:
Como ocurre con otro tipo de instalaciones, el precio de la línea de vida dependerá de varios factores como son el tipo de línea de vida, el fabricante de los materiales empleados, y de las condiciones y extensión de la superficie sobre la que se va a instalar.
Desde Élite Seguridad te aconsejamos que pidas diferentes presupuestos y compares las prestaciones del servicio de cada uno de ellos y sobre todo, que escojas a profesionales con amplia experiencia en el sector para evitar sorpresas desagradables.Ten en cuenta que en materia de prevención de accidentes laborales toda precaución es poca.
Antes de contratar una línea de vida te recomendamos que prestes atenciçón a los siguientes consejos:
Asegúrate de que los profesionales encargados de la instalación estén homologados por el fabricante y tengan los conocimientos técnicos precisos.
Solicita la información técnica de los elementos de la línea que se va a instalar para comprobar que cumplen con la normativa correspondiente.
Requiere el estudio previo del proyecto a realizar, dependiendo del lugar donde se va a instalar para que el tipo de línea de vida sea la más adecuada.
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Gracias por tu interés en nuestra empresa. Cuéntenos en que podemos ayudarte y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
En ELITE SEGURIDAD ponemos a tu disposición un equipo de profesionales especializado en trabajos en altura. Te ayudamos a encontrar la mejor solución.