En la instalación de líneas de vida verticales se toma en cuenta que el acceso por escaleras verticales conlleva un riesgo que los anillos dorsales no pueden evitar: la caída vertical.
Los anillos dorsales, aunque se ha demostrado sobradamente su nula utilidad en caídas, son obligatorios debido a que están considerados protecciones colectivas y, según la norma, las protecciones colectivas primaran sobre las individuales.
A nuestro juicio esta no es la mejor operativa debido a que por una escalera vertical es muy raro el ascenso o descenso de más de un trabajador.
Si complementamos la norma de los anillos con la obligatoriedad de tener un elemento anticaídas al trabajar por encima de los dos metros, entenderemos que una escalera industrial de más de dos metros de altura, siempre tiene que llevar un sistema anticaídas.
La mejor opción en estos casos sería el montaje de una línea de vida vertical dinámica. Si la línea tiene que ser un cable o un rail lo determinarán las necesidades de la propia instalación.
Para el montaje de este tipo de sistemas debemos asegurarnos que, en caso de caída, la escalera va a resistir los esfuerzos que se van a producir en ella, para asegurarnos de ello es obligatorio realizar una prueba de esfuerzo controlada con un aparato dinamométrico.
Una vez que hemos asegurado la fiabilidad de la escalera se procederá a realizar la instalación de la línea de vida vertical según los parámetros fijados por el fabricante del sistema elegido.